sábado, 28 de diciembre de 2013

Garganta de luz



Silencio, háblame.

Ahora
que la piel del tambor
cesó de percutir un desierto
en la aurora.

Háblame
desde el magma
florecido en cada milímetro de nieve,
en cada renglón de tiempo coagulado
que amasa mi canto
malherido.

Háblame
con la voz que profana los espasmos del aire.

Díme de mí.
Escarba mi Nombre
entre la médula espinal de las estrellas.
Pregunta a los pájaros
dónde olvidé el paracaídas
de mis sueños.

El ser que usurpó mi voz
me desconoce
cuando cruzamos nuestra mirada en las aceras del día.

Devuélme mi nombre,
ese nacido bajo todas las cruces,
gestado
bajo una conjunción de espinas y violetas,
crecido en las praderas del viento,
incendiado de alondras y de enigmas.

Dame tu lengua
para alumbrar estas pupilas de lluvia
y madurar en garganta de luz
la sinfonía subterránea de mi sangre.






martes, 24 de diciembre de 2013

Peón






Avanza...
Un paso más,
solo un paso más
por el ajedrezado palacio del destino.

En alto
una espada de azufre.
En alto
una bandera mutilada.

Ciérrale el paso al alfil de la Noche.
Sube a las altas torres
para otear el rastro
de la hoz del silencio.

Guárdate de la reina blanca que murmura
tu nombre en el color de la ceniza.

Apura
un último sueño de marfil
y duerme... duerme.

Pronto serás abono de esperanza
y los cuervos del aire
merodearan en torno al radiactivo esqueleto 

de tu fe.

Pronto, muy pronto
serás bautizado
por su mano
como semilla y piel del sacrificio.



domingo, 22 de diciembre de 2013

Hilos




Abre tus labios al silencio.
SIENTE...
Deja que arda el abismo que precipita el vértigo.

Envuélvete
En la luz de fuego que te nombra.

La araña del destino
Tejió los hilos de tu nombre
en mi boca.

Hemos desprecintado
El huso que nos ata a la espina dorsal
d un dios de barro.
Hemos robado al tiempo
sus semillas de pájaro
para volar por encima de las horas truncadas.


Siente
Cómo la noche se hace lumbre y ceniza
Cómo siembra preguntas
Cómo dispara al aire cien arcanas palabras.
Cómo se abre la tierra de mi cuerpo en tus manos
para beberse todos los rios subterráneos

Cómo un mismo misterio nos condena y nos funde
en el crisol de una campana lúcida
que repica sobre las sábanas del alba.

domingo, 15 de diciembre de 2013

La jerarquía de las flores del aire




Pintor
¿qué sienten las yemas de tus ojos 
cuando palpan la luz intransitiva?
¿Cómo se puede traducir el alma de una rosa, 

esparcir su simiente sobre un espejo blanco 
cuando palidece la luz de la materia?
 No se ha inventado  todavía el lienzo 

que descifre la piel del terciopelo, 
ni las corolas del temblor,  
ni el ámbar que subyace 
bajo la altiva capa de sus pétalos.
 

Intentas forjar una cruz de fuego, apellidarla, 
modelarla en el vientre de una abstracción, 
adjudicarle una estrella a sus costados. 
Todo es en vano:
el lirio ha roto sus blancos huesos 
en el intento de sembrarse en tus pupilas. 
Han procreado en el corazón del jacinto cien orugas 
en el breve trayecto del silencio.  

Sí, las flores del aire 
danzan en coro alrededor de tu mente.
Han inventado para ti 
una nueva oda en los charcos del arco-iris, 
y tú las arrancas de sí,  enmarañas su calma, 
estratificas el perfil de su belleza, 
su pedigrí cromático... 
Aislas una para hacerla inmortal 
ante el horizonte de una mirada. 

Pero su esencia es hidromiel 
de un paraíso jamás imaginado.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Sinapsis







Cuántos lingotes de tormenta
cuantos verbos de azúcar
cuántas cuerdas
equidistantes del llanto,
de la música
se han quebrado
de un año luz a otro del silencio.

Cuántas lenguas suicidas
han hecho naufragar a las sirenas del aire
en el haz de un pensamiento vagabundo.

Y cómo invertir el polo eléctrico
de un sueño todavía adolescente,
cómo adoctrinar sus intestinos de alondra,
cómo tatuarle la máscara de la sensatez
en su cerebro roto
para que no conspire contra la milicia
de los austeros relojes del destino.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Azimut







Saberme equidistante a los espejos cóncavos del cielo,
sentir su lengua látigo tirando de mis brazos, 

de mis vendas abiertas,
de mi sangre semicoagulada 

en los agujeros negros de la vida.
Sentarse
sobre la tumba del viento,
tragar todos sus pájaros de arena
y regresar a la hora del baño de los faunos
con los bolsillos repletos de libélulas,
un ángulo de tierra,  un ángulo de música
y un poema imposible tejiendo  la mirada.
Mesarse las pupilas y preñarlas de luna,
curvar la Noche fría
bajo la piel del agua, fundirla entre sus labios,
¡que tiemble!  ¡que refracte su corazón de uña!
¡que arda
sobre la boca etérea de los astros!





(Azimut: Es el ángulo en grados, medido hacia el este desde el norte o hacia el oeste desde el sur, de la proyeccion de un cuerpo celeste sobre el horizonte).

viernes, 29 de noviembre de 2013

La jungla




Estremecida jungla de piel y sangre en fuga,
danzando sobre el vientre camicace de un sueño
perfilando deseos,  afilando las uñas 

de su ambición sangrante

Y yo silbando enigmas
recolectando el musgo de la vida
en mis ojos
entornando preguntas rio adentro del alma...

Yace despedazado un caballo de lágrimas,
se reparten las hienas cada víscera trágica,
lamen su sexo,  conjuran el perfil de su carne,
pelean por roer su corazón selvático.

Multiplican la furia de su puño
e invocan en voz alta a los dioses del miedo.
y giran
giran giran... sin tregua
más deprisa
delirio  rabia  ego
madurado en los crispados vacíos de sus fauces

"Deprisa, más deprisa
avivemos la llama
Mirad,
ya la flor es cadáver
el Desaliento asoma en sus pétalos pálidos:
sus brazos han ahogado
las alas de la Esfinge".


martes, 26 de noviembre de 2013

Metamorfosis







El Idioma del Frío

¡Alarma!
Amanece un astro gris
sobre tu frente,
Es la hora...
saltan
sobre la tumba del tiempo
los grillos roedores de la fe.
Allí se acurruca tu feto
adoctrinado, anudado a su sombra.
Y Caes.. sigues cayendo por el hueco de la soledad
mientras afinas tu cítara de insomnios
y no quedan más velas encendidas
que alumbren el cansancio,
pues tu lengua ha adquido ya
la consistencia de las piedras.
Únicamente
el idioma del frío
acepta pronunciarte.


Presentimiento

Tú,
Misterio,  rosa inconcebible
que floreces
en los dominios de mis lágrimas.
Dormitas
sobre blandos panales de existencia,
caminas a golpe de inquietud,
y expandes en las venas
un cáncer de relámpagos
reproduciendo
en mi cerebro pálido
tu aura de diamante.


Crisálida
Ahí estás,
larva de luz,
espectro blanco
que aplacas la inquietud de las tormentas
y la coronas de pájaros azules.
Abres un túnel de ángeles
hasta la médula espinal de mis delirios,
elevando
una plegaria alada a las estrellas.

¡Alabado sea el dios
que te libera!

Díme
en qué labios anidarás,
en qué carne, en qué arterias
perpetuarás mi aliento.
En qué patria innombrable
dará sus frutos
el árbol de mis sueños.

Díme si existo en mí,
o sólo tú me inventas,
si no soy yo
quien se aferra a la sangre de los verbos,
quien trata
inutilmente de expandir
tus entrañas
sobre el mar del poema.








viernes, 22 de noviembre de 2013

El aguador de sueños





La crisálida roja
se repliega
en el odre deforme del silencio,
sinapsis de un ojo ciego
que inserta su labia helicoidal
al corazón del gris,
donde silencian sus contornos
las palomas.

El aguador de sueños
ahoga las estrellas no nacidas
en la tinta del tedio.
Amordaza la luz de la palabra,
la engendra
mineral, hosca, pálida,
prostituida
por ocho onzas de arena
que alquimizan en esferas de papel
mientras danzamos
al compas binario de las sombras,
descarnados de aliento,
de latidos,
de música.
Aguardando
la Itaca del tiempo
en las lentas saetas de la espera.

domingo, 17 de noviembre de 2013

En los tejados del misterio






No tan deprisa,
aria de mármol:
sueñas
al filo del vértigo,
empapas espejos de miel
mientras aguardas
en los taludes húmedos del grito
una razón,
un Sabat blanco
enaltecido
en las estibaciones de la luz.

Luciérnaga suicida,
¿por qué huyes
hacia los altos cerros de Dios
si te cosieron a la noche
desde el vientre
de los tiempos?

Ah....
pero macero el silencio
con las palmas de mis sueños.

Reconocen la pureza todavía
mis palomas de infancia.
Todavía
pueden interpretar
de sombra en sombra
el violín de mis venas
y encender un cirio alado en cada espina,
mientras maduro
raíces de coral
en los tejados del misterio.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Presagio





La tarde
espanta pezuñas de olvido,
el tambor de un recuerdo amarillo
esmaltado en las hojas caducas
de un árbol de charol.

Y masco el tiempo
que te anuncia
en la lengua del viento,
rasgo la desnudez de las aceras,
revuelvo los instantes detenidos
a un palmo de la luz que te presagia
y me entrego a sus vísceras impías.

Acudes
con el grito de los pájaros
como un augurio encinta,
abres las ubres del gris
y luego
trepas
por la cornisa de mi carne
y, antes de ser de nuevo
una herida en las sombras,
antes de ser ceniza
doblegada al silencio,
materia sin edad,
sin sentido,
me filtro
en la balada de tu vientre,
devoro sus raíces de fuego,
las anudo a las copas del cielo
y, al fin,
regreso
a la voz de tus ojos.

domingo, 10 de noviembre de 2013

El espantapájaros


 

El viento susurraba
una canción de piedra
sobre el campo.
Anudaba a diario
a su cuello
pronombres eremitas.

Abalanzó,
de pronto,
pájaros de cristal
contra su pecho
que se quebraron 

en la ira
de sus picos.

El espantapájaros
sentía 

en su carne de paja
las fauces
de las bestias del tiempo.
Una ausencia de plomo
rellenaba los huecos hondos
de su alma.

Y dejó
que le arrancaran los brazos;
entregó hasta sus ojos
para salvar los granos
recién nacidos en la tierra.
Entregó
hasta el último estertor
de su inocencia
para  engrasar la maquinaria de la Vida
en el sacrificio
de su crucifixión.

jueves, 31 de octubre de 2013

La rosa azul





Arcilla
me nombraron sus labios
en la hora de la iniquidad,
carnero ungido
por la desolación del sacrificio.

Corté la luz
de un tajo
Hablé lenguas de sombra
atornilladas a la melancolía.

Piedra
apellidaron
al papel mojado de mi alma,
cuando la ictérica yedra de la muerte
infectó cada hueso del destino.

Salté el luto del tiempo, 
sus airadas agujas,
liberé las preguntas que ardían
bajo la ira de mis uñas.

Me despoblé de conchas,
de espectrales raíces,
del yugo de los dogmas,
de sus pupilas burdas,
de sus Miedos.

Y le crecieron espigas
y manos aladas al silencio

y,
al fin,
fui Yo... desnuda de alcanfores,
descorazada de números de abismo,
al fin
la rosa azul
mendigó su corona
entre los genes grises
de mis venas.

miércoles, 23 de octubre de 2013

Teatro Negro







Amor,
apéate de mis labios
en la hora del Eclipse,
cuando alumbren los ojos del búho
que madruga en el árbol cenital.

En la trastienda del teatro
la bailarina del opio
ha extendido sus brazos
hacia el círculo de luz
que la consume,
y gira sobre el vórtice de un verso
y muerde la manzana de un relámpago,
y tatuará una máscara en su lengua
para abortar a las sirenas de la muerte,
mitigando así
el voraz apetito de sus lágrimas.

viernes, 18 de octubre de 2013

Enodia











Dije: Sueño
y se me llenó la boca de noche
cuando los astros maduraron en sus brazos
una ninfa deífica.

Yo quise nacer
del cántaro plural de la palabra,
verterme en las entrañas del iris,
aletear un pájaro de tinta
hasta el paroxismo de mis manos;
yo deseaba
alienarme en las flores no nacidas,
verdear
entre las ruinas dementes del invierno
y volar tan alto, tan alto...

Yo, gramática virtual de pergamino,
Yo, papél maché del tiempo.
Tú,
ladrón
de todos los infinitivos de mi sangre.
Ella,
Fue Ella la Llave
la Gran-diosa
La límpida Alondra de Luz, 

la Venerada
por los Jinetes del Ambar.


Nunca Enodia,
la triste, la quimérica,
amamantada por un éter sin sal,
la fugitiva del sol,
la imperceptible mancha
en la rueda del destino.

domingo, 13 de octubre de 2013

La estrategia del viento





¡Qué pronto te deshabitaste!

Quisiste anidar
en la alquimia
de las aves migratorias.
Hacerte
espina de luz.
Atrapar
un sol anfibio
entre tus dedos de aire.
Tú,
libélula de arena,

desenvainaste
tu espada medular
para segar
las rosas grises del silencio,

sondeaste
la estrategia del viento,
te sembraste palabra
sobre arterias de sombra.

Hoy
sangra el eco
de la campana azul
que dobla
por la muerte
de tus lágrimas.


domingo, 6 de octubre de 2013

Cuando me vaya





¿Qué haré cuando me vaya?
Qué haré con tanto verbo sin alas,
con la palabra no nacida,
estrangulada por su cordón umbilical,
sembrada en una primavera quebradiza.

No traje arcones
para guardar el luto
del corazón
cuando resuenen
las campanas que te anuncian
en mi jardín de lágrimas.

¡Pesa tanto el alma
que se infiltró en mis huesos
y que jamás fue mía!
Duele el beso negro de almibar
con el que envuelves la tela de mi nombre.

¿Qué harás cuando me haya ido?
Tal vez,
rebuscarás en mis glóbulos enfermos
un rasguño de luz que te alimente.

Ahora mi lengua sabe a olvido,
a precipicio, a vértigo,
y no alcanzo a distinguir un horizonte
donde no me persigan tus palomas.

sábado, 5 de octubre de 2013

Hay trenes...





Somos aves de paso
en la estación del tiempo;
tierra motriz
que viaja
sobre el tren de la vida
y hay vagones sellados,
clausurados
por ojos amarillos;
otros:
capillas ardientes
de palabras
donde velar
el último sueño ya difunto.

Hay trenes
que se cruzan al filo del abismo
y rescatan fragmentos de alma
y la transportan
de nuevo hacia la sangre.


Hay destinos
que toman cuerpo de azar
y eternizan su impronta
de amanecer o espada
en las aceras en sombra
donde dormitan los sueños
del viajero.

Hay destinos
creciendo en los arcenes
del camino
como plantas acuáticas
que alargan sus raíces
a las neuronas ebrias del hastío
y  siembran
de cuando en cuando
un billete de luz sobre la frente.

viernes, 4 de octubre de 2013

El canto de un cisne azul



Tú,
espectro de luz
que planeas
sobre un mar de espejos encelados.

Tú que fluyes
desde el latido hondo de la sangre
hasta la desembocadura
de las manos,
y desciendes
en burbujas de ausencia
para ofertar el pan de una promesa
amasada en el fuego
y en el aire.

Dios de barro
enfundado en tela de arco iris
que zumbas en la cabeza
del cansancio
una rosa de papel
y un sol de tinta:
¡Vete
a tu regia esfera!

Sólo existes allí
donde florecen
los frutos dorados del deseo.

Sólo me habitas al pie
de lo intangible.

Déjame
sembrarme aquí, en la tierra,
y despegar
mi canto
en las aceras grises
del presente,
donde
despliego
a golpe de certeza
una bandera de alas
hechas de esparto y lágrimas.

Aquí
donde flota mi nombre
como un grito,
bajo la rebelión absurda
de las venas
que aún aguardan
el canto de un cisne azul
sobre el silencio.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Intersección de espumas




Este silencio es un dios
que me contiene.
Me consagra
en dogma de  luz.
Es alga de verdad
trepando
por la médula
de mi voz momificada,
proyectando
un grito azul
en los panales
de la melancolía.

Este silencio es llave
y es clausura;
pura sangre del alma
coceando
moscas de vanidad
que se restriegan
contra la piel
de mil espejos cóncavos.

Este silencio
juega al poker con mis huesos.
Deshereda a los ángeles castrados
por la campana de la rebeldía
y sumerge la hiel de sus instintos
en melífico azufre
hasta exudar
amnesia por sus poros.

sábado, 31 de agosto de 2013

Ming




Tuve un extraño sueño:
Yo era un jarrón chino
expuesto en una tienda de Nancy,
y la luz del sol
a diario
hería mi reflejo
en pulidos cristales;
adoraba
el beso de sus rayos
(si fuera posible
que los objetos sientan)

Carecía de sello (no de alma)
Hubiera deseado
tener historia,
nacer de la mejor porcelana,
que los siglos tejiesen mi memoria;
haber sido adorado
por emperadores y princesas;
ser un Sagrado Jarrón  Ming;
pero, no,
me descubrí tan sólo
una burda imitación,
un fraude 
cuyas palabras pintadas embriagaban
la ambición de belleza de los hombres.


Fui adquirido en  rebajas
por una familia analfabeta;
embellecí un triste rincón
con mi aspecto lustroso y delicado,
me acariciaron ojos
y manos.
Me sentía feliz
y los amaba
(si  fuera posible
que los objetos amen)

Pero un un mal día
se quebró mi cuerpo frágil.

Ahora descanso,
descanso para siempre
bajo capas de olvido,
cubierta por el tiempo
la piel de mi existencia.

Es extraño,
diría
que hasta me duelen los huesos al pensarlo
(¡qué absurdo!)
al recordar mi imagen
junto al escaparate del pasado:
yo era
un hermoso jarrón chino
y el sol,
es bien seguro,
que me amaba. 










jueves, 29 de agosto de 2013

Ámbar




Tierra,
regrésame al origen,
a la raíz, 
al vientre primigenio
al pálpito blanco,
al verbo encinta
que precedió a la palabra
que sangramos.

Se precipitó el ocaso 
en el reloj temprano de la infancia:
inhalamos una noche prematura.

El tiempo disparó 
sus palomas deformes
en la conciencia,
y, así, crecimos,
tullidos los ojos
por los cuervos de la rectitud,
cavándonos los labios con silencios,
enterrando los significantes.

Nos crecieron uñas en el alma
para tallar la soledad.
Inventamos 
un lenguaje de aire
en los extremos huecos del silencio;
zurcíamos al alba
mil espectros 
en la tela de la desolación.  

Es hora
de lustrar la resina del llanto
petrificado
en las hojas de la noche. 
Bailemos
en la concupiscencia del Aliento,
en las cuerdas del harpa calcinada
ahora,
que todavía 
le crecen alas vírgenes
al tiempo.

Has de creer,
aunque el delirio sea tu carne,
aunque tu madre sea la noche,
y tu verdad,
llama perpetua
en la memoria herida. 

Has de creer,
repito,
abrir los brazos
a la anciana esperanza que crepita
en los dedos de un sueño descastado,
porque sólo sus oxidadas alas
elevarán tu espíritu
por encima de todos los suicidios.


martes, 13 de agosto de 2013

El Unicornio


 

















Y yo
que maduro en  simas
donde la luz no alcaza,
y soy un simple pálpito
a la izquierda
del Apocalipsis.

Yo,
que sólo aspiro
a ser sílaba de enigma,
coágulo
a la sombra de tus venas,
luz
herida de muerte
sobre un tálamo infecto de palabras.

Yo
que anulo
y sentencio indultos
a tu nombre
en los jardines arcanos del silencio,
donde aprendí
a lamer enjambres de tiniebla,
a roer con mis dientes de fe
los corpúsculos helados de tus lágrimas,
vengo a fundar
mi patria  azul
entre tus huesos;
a colmar de pájaros
la Herida;
a despertar
al unicornio
que agoniza
bajo los dientes áureos de un delirio.


sábado, 3 de agosto de 2013

Manifiesto de la sangre





Flor,
esquiva los rayos de la noche.
No te ahogues,
no escarbes más en círculos de sombra.
No te entierres de arena.

Deja que caigan ascuas, labios, llantos,

espadas
de este cielo frenético.

Deja que llueva espuma de metálica ausencia.

Nace el día y ya ha muerto
pleno de estrellas huecas.
Nace una rosa y ya sus pétalos son pasto
del gusano del tiempo.

Pero tú te alimentas de raíces insomnes.
Exprimes el silencio a raudales.
 

Puede crecerte un día un pájaro en los ojos;
algún dios, incluso, entre las venas.

Golpea, corazón,
las estrechas arterias del presente.
Huye a un abismo blanco
Plagado de preguntas

Hazte carne en mis dedos.

Habla por ellos
con la voz de la sangre.

jueves, 25 de julio de 2013

El aire



Te preguntas
donde ha instalado el viento sus raíces.
A qué región en sombras
huye la luz
que va filtrándose
entre las rendijas de mis huesos.
En qué ramas
se posa la piel
cuando la noche alcanza
su última frontera
y vuela a través de los sueños
con sus carnosas alas,
o el corazón desborda su cauce
como un rio
por los amplios paisajes de tu ausencia.

Te dueles,
caen al suelo tus ojos
y pueblas
de jazmines oscuros el silencio.

Y es el aire
quien responde.
El aire
quien se viste
cada día con mis labios,
quien guarda
en mi baúl de recuerdos
tu sonrisa.

Es el aire enredado en mi garganta
quien pronuncia las sílabas sagradas
de tu nombre.
El aire
quien sacude tus pájaros de niebla.

Soy yo.. No soy yo,
sólo es el aire
enredado en mi aliento
el que llama a las puertas
de tus Ángeles dormidos
cuando la Nada cruza
los límites ocultos
del alma.

Es el aire
volando hacia mi ser.
El aire
volcándose en tus venas.

Es mi voz,
nada más,
quemando el aire.





















lunes, 22 de julio de 2013

La hechicera






La hechicera
cruzó el vientre noche
sobre un caballo zurcido de amapolas;
con raíces de vértigo
lidió toros de sombra,
desenvainó una espada de diez lunas
sobre las llagas abiertas del olvido
y engulló de norte a sur la ausencia
con carnívoro llanto.

Impactó 
su animal efervescente
sobre las costas azules de tu lengua.
Convirtió en fuego la carne
en sangre
la seca tinta de la Nada.
                                   

    ... Y me crecieron, de pronto,
            entre los dedos,  

                    largos,
                     podridos huesos 

                                 de silencio.

sábado, 20 de julio de 2013

Bautizo de campanas








   
Es hora
de arrancarnos la máscara
alojada al fondo de la piel.
Es hora
de hacer callar a golpes
de silencio
la vulgaridad atroz
de las palabras
que al volar hacia el sol
se incendian
de mentiras.

Es hora
de latir bajo párpados
de sombra,
de adentrarse en el Ser,
de arrojarse a la verdad
en carne viva
y sentir cómo duele
el beso de la luz
reveladora.
Sentir que cargamos a diario
con un fardo
de impotencia
las espaldas.

Es hora
de rescatar al niño
que todavía rebusca
en los cajones del destino
una promesa.

Atemos un sueño
a la cintura
de nuestros desengaños.

Recemos a los pájaros
que anidan
todavía en las ramas hondas
de la sangre.

Celebremos
en los altares grises
de nuestra voz
deshabitada
un  nuevo bautizo
de campanas.

martes, 16 de julio de 2013

La Noche, no






No... la Noche no.
No a las esquirlas lánguidas
que nos atan a vértebras de sombra.


a la vibrante espiral
de la retina
que danza
sobre sílabas de fuego,

a la falacia de un sueño
atravesando
los espejos hondos del poema
¡Que el viento lance dardos a las sienes
hediondas de la muerte que camina
con pies de lástima y gemido!


¡Que las manos heridas

por ácidas hachas de destino
fructifiquen en sal de primaveras,
y ardan eternamente
los costados
de la melancolía!

No

a las máscaras lívidas
que sangraron esquelas
y tiznaron de luto
las tibias manos 
de la madrugada.


al viento que declama
alondras futuras
en las espinas
de sus designios blancos.













 

domingo, 14 de julio de 2013

Raíz de golondrina




A una fracción
de mi ser
le crecen alas,
y sobrevuela 

la noche 
de sus párpados;
lima sus costas ciegas
y se lanza 

de bruces
sobre un tiempo varado
en azucenas
con los ojos picoteados
por el misterio hondo de la luz.

Otra fracción se duele
y se hace lágrima
o suspiro,
y descarga
de tarde en tarde
una lluvia fértil
sobre los huesos hostiles
del silencio.

A una mitad
le duelen a menudo
las vísceras de un verso,
y supura lamento a manos llenas.

Pero toda yo
soy pálpito,
enigma,
hechizo de sombra
que se engendra y acaba
en sí misma;
ovillo de un sueño
hecho música
en el latido febril de la palabra.

Solo en ti me contemplo,
solo vivo en ti
que custodias mis ángeles oscuros.


En ti,
que inhalas

gota a gota
ese bosque sagrado
donde siembro
el aliento de mis venas
incendiarias
para que crezca nuevamente
la savia
que me engendró
raíz de golondrina.


viernes, 12 de julio de 2013

Unas alas nuevas con tu nombre








Llegaste
desde el púlpito
de tu dolor a secas,
desde un cáncer de auroras
que sorbía
la fe de los espejos.

Llegaste
a echar raíces
en la hiel
de mis sueños moribundos,
con un ejército de astros
para poblar de luz
las inmensas colmenas
de la muerte.

A golpe de caricias
cincelaste
la noche
de mis huesos.

Llenaste de lirios verdes
las estancias
secretas del silencio.

Hoy 

desnudo
las sábanas del alba
con tu  rostro
tatuado
en mi esperanza.

Sángrame
en latidos de luz.
Tiéndeme
un puente
de ventanas abiertas
al mañana.

Bébete
los aullidos de mi alma
y puebla sus pasillos
de cuchillos en flor
que sieguen cruces
caídas.

Píntame
en las pupilas
cada noche
unas alas nuevas
con tu nombre.

sábado, 6 de julio de 2013

Poema de tierra









Raíz te nombro,
pálpito,
relámpago;
enredadera del sol
que trepa
por las ojeras del dolor
y enciende
sobre mis muslos
un fósforo de lunas.

Árbol te nombro,
mástil,
palabra de carne que desposa
mis horas detenidas.

Duende del bosque
de mis delirios rojos.

Ángel humano
que me siembras
hongos de luz
entre los huesos;
que expandes 
un océano tangible
en las huecas esferas del silencio.

Préstame
la noria de  fe de tus pupilas,
el óleo de tu ímpetu,
la tinta ocre de un poema de tierra.

Impregna de flores encendidas
cada instante
que le reza al dios de tus ausencias.

miércoles, 3 de julio de 2013

Rosa de arena


























Ella transita libremente
por renglones telúricos.
Se reinventa en edenes vírgenes.
Abre
de par en par
las puertas de su alma
a un enjambre de abismos

y limpia de cordura
las semillas en flor
de los silencios.

Ella sacude firmemente
de la memoria
su ataud de esqueletos,
voltea alas de ángeles oscuros
y regresa a sus rituales mudos,
a la región en sombras de sus lágrimas.

Ella coloca
una moneda de sueños
sobre los ojos  huecos de la luna.
Enfunda en terciopelo
las agujas que imantan la tristeza
y danza bajo siete velos de ceniza
para exorcizar a las bestias que habitan
en los intestinos de sus noches.

Ella es savia de aguja,
sal del mar,
flor de límites
y sangra por sus labios
excrementos de hiel
y augurios cárdenos.

Ella eleva plegarias al crepúsculo
y vuelca,
de tarde en tarde,
el oleaje sideral de su lengua
sobre el intenso mar
de la Palabra.


martes, 25 de junio de 2013



MONTEARAGÓN
 
Bajo una luz de siglos,
cosida tu silueta al horizonte
lloras, rey destronado,
tus palabras de piedra.

Dientes de siglos
molieron
los huesos de tu orgullo,
tu  desolada lengua
de espadas y misterios,
tus guerreros de sombra
que custodian olvidos.

Ya no hay héroes ni tronos
ni épicas batallas
ni manos
que tallen en diamante
ese destino
de parda roca pétrea.

Tan solo la montaña
vela
tu insomnio centenario.
Solo el cierzo
te canta
promesas al oído.

Han bebido mis ojos
tanto tiempo
tu rostro
de vetusta tristeza
que echaste raíces
en mis pupilas huérfanas
y has vertido en mi sangre
la luz deshabitada
que planea en las copas
de la tarde
y seduce el silencio
de los pájaros,
y me enfrenta
día a día
a tu rostro
de dios vencido y firme.










jueves, 13 de junio de 2013







EL LENGUAJE DE LA LUZ
                  (Para Ángel)


Paseo mis ojos

por un espacio-tiempo detenido
sobre un lienzo de alma.

Persigo
el lenguaje 
de la luz sumergida
en la carne ocre
de los árboles mudos;
en la corriente sideral del río
que modela
la certeza de las piedras;
en paisajes
que lloran lágrimas de niebla;
en el azul profano
instalado en el  aire hondo
del misterio.

¡Enmudeced, palabras!
Sepultaos bajo la mano soñadora
que prolonga su pálpito
a la dimensión de las pupilas.


Diluid
vuestra sangre
sobre olas encendidas,
haceos luz;
vibrad
en la voz resucitada 

en plenitud
sobre las cuerdas etéreas
del paisaje.


















SOY MAR
   
Soy mar.

Y sangro
espuma de sueños
por mi boca.
Sembrado hay en los genes
azules de mis huesos,
una lengua de arena,
un aullido de roca
que revive y explora
oxidados enigmas.

Elevo
un grito ronco,
una plegaria oscura
de lágrimas al cielo.

Los astros
me contemplan,
me hablan hondamente
en la noche
con la voz del silencio
y vierten
espejos encendidos
en mi faz más oscura.

Soy enigma
que golpea
con espuelas de rabia
sus cristales de fuego.
Vientre abierto a los peces
que pueblan
de tañidos azules
el alma.

Soy mar,
y me desbordo
en caballos de plata
que respiran poemas,
y tiemblan,
y llenan
de niebla las entrañas.
Sobre ríos que fluyen
por los pasillos lentos
de mis venas...
Ríos
que atraviesan
gargantas de latidos,
y buscan incesantes
una orilla dormida
para mecerla al viento,
y encender el aliento
de una tierra futura
con sus labios de llanto.
 

miércoles, 12 de junio de 2013






SER NADIE
 
Hazme añicos,
ignórame,
písame 

la esperanza.               
Bebe toda la savia
del árbol que me habita;
pero no me comprendas,
no vengas al rescate,
no limpies mis tinieblas.
No me puebles
de alondras imposibles 

la noche.

Solo quiero
matarte
definitivamente,
destinarte al olvido
de un disparo certero.


Necesito
ser para ti un cadáver,
una sombra:
ser Nadie.
Un infinito cero
situado a la izquierda
de tu nombre de abismo.

lunes, 10 de junio de 2013












LA FLOR PURA

Entrégame
un ramo de misterio,
la flor pura;
el pan ácimo
de tus pájaros de sombra.
La raíz de tu llanto
enterrado
entre los dedos místicos del tiempo.

Y niégame la rosa,
su ígnea fiebre.
Esa piedra de fuego
para el alma;
la rosa,
que sangra
devorada por el beso letal
de sus espinas:
almizcle del aire
envuelto en odas de canto y espejismo.

Niégame
el aliento de las adormideras;
el opio de los labios
que se incendian
a las puertas de la piel,
y  son después ceniza
que madura precozmente
las venas del otoño.

Dame un jarro de luz, un lirio blanco,
un vaso lleno de verdad
para beberlo a sorbos
y sedar esa lluvia de pozos detenidos,
que enfangará con sangre
los abismos
de todos nuestros ríos de silencio.





domingo, 9 de junio de 2013





               BARCO FANTASMA

                  En el vientre
                  de la silente noche,
                  sobre las venas azules
                  del océano,
                  he visto
                  su contorno roído
                  por escarabajos de luz;
                  su grito verde
                  de impasible fantasma
                  tanteando penumbras,
                  con las velas golpeadas
                  por un viento iracundo,
                  como crines
                  de un caballo de sangre
                  galopando entre sombras.

                  He visto arder
                  bajo la luna
                  su palidez de espectro,
                  fijado ya su rostro
                  por el hacha de la mente
                  en mi retina
                  a golpe de misterio.
                                 -Ven a mi ser
                  en esta hora vagabunda
                  fuera del tiempo,
                  en este lapsus de la tierra,
                  a navegar en mis huesos ancestrales.
                  Ven
                  a surcar mares de astros,
                  a saquear
                  los puertos del olvido,
                  a bucear hasta el fin
                  bajo las lonas del fracaso,
                  como peces inflados
                  por los sueños-

                  En el vientre
                  de la silente noche,
                  sobre unas venas
                  de plata entristecida,
                  aún veo su silueta
                  recortándose
                  sobre el océano gris
                  de mi existencia.