jueves, 27 de febrero de 2014

El búho







 

















El búho palpaba
la noche
en el iris del agua.

El búho
palpaba la noche
del agua,
su luna de ojos.

El búho soñaba el alma

profunda del agua.

Cuando escampe la lluvia- le dijo-
pon a secar tu Aliento;
tiéndelo al sacrílego dulzor
de las sombras;
bien alto,
que no puedan los perros morder
sus vísceras azules.
Séllalo
con el licor de tu lengua,
que ni las víboras del aire
logren filtrarse
por sus cuencas cordales.
Yo
vigilaré la siesta del cielo
mientras tanto,
me tatuaré un silencio en la frente
cuando
hunda en tu vértigo
mi insomnio
para beber a oscuras
la dimensión hondamente líquida
del Grito.

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