sábado, 1 de febrero de 2014

Espejo blanco

 























Espejo blanco, espejo blanco:
siénteme.

Dame ojos parturientos.
Dame el silencio, su esqueleto de luz.
Silencio y ojos
y dedos, dedos que me delaten
después de abrirme el alma en canal,
dedos que subasten
mis despojos
en el mercado del viento.

Mírame, espejo,
soy la sombra que buscas.
El huevo de mariposa estremecido
por la insurrección de amapolas
disecadas. 

Multiplica en tu vientre
cada grito de mis huesos claudicantes,
absorbe esta luna oxidada
en la garganta del cielo.

Haz que su sangre espese en el patíbulo luminar
de un sueño anónimo.

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