martes, 13 de mayo de 2014

Resurrección



 




















Soy la misma
y soy otra
a cada golpe alado de mis venas.
Nazco y muero
en mis verbos incendiados.
Habito 

madrigueras celestes
y panales de días grises 

e infinitos.

Calzo
zapatos de estrella
o lirios rotos
o rasgados enigmas
que alimentan
mis raíces
de pretérita espuma.

Sueño:
¡Náceme,
flor o alondra,
o reptil, o sabandija
o águila!

Dame tu sangre fértil.
Que alimente
al  pájaro de luz
que picotea
los cuatros puntos cardinales
del hastío.

¡Despierta, 

pálpito de sombra!

El Ser que duerme en ti
ansía
sembrarse
en el poema de la tierra.




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