domingo, 28 de diciembre de 2014

FE



Quise creer
Resucitarme sobre el estallido
de una rosa de sangre
-Será tras las preguntas
que ondean en el pozo sin fondo
de la búsqueda
-pensé-
donde la sed incencia los ríos que la sacian
Esta lava es su voz humeante
Su malherido canto-

Y volteé mis ojos
para que no pudiera cegarme la sombra
de los cielos
Volteé mis ojos
y los cubrí con andamios de inocencia

-Si la serpiente muda la piel
de su hígado
no podrá devorarme
Me encontrará encogida
sobre el feto
de la palabra arcana
bajo la carne
de su silencio blanco
donde
podrá tocar mi corazón
al fin
la cicatriz de la pureza-.







domingo, 21 de diciembre de 2014

Edith



No soy Edith,
ya no.
La sal no amarillea mis ojos
ni deshuesa esta paz
la acidez de una lágrima.
He aprendido
a pulir la fiereza del rayo,
a sentarme sobre las ausencias
y aderezar su Nada
radiactivo con flores, con esqueletos
de ángeles.

No me advirtieron
que la venda de los recuerdos
arde
y es capaz de estrangular a la luz
en su siesta.

Y esta velada blanca, tan niña,
tan extraña...

Presiento una crecida de ecos en la noche,
una marea de espejos atávicos
fluyendo hacia los meandros
del no-olvido.
Allí los rostros amados, las palabras perdidas
para siempre;
allí
mi nido y mi campana rota.
Vuestra punzante voz es mi sangre más firme.
Allí flotáis todos aquellos que Fuisteis,
que eternamente Sois.
Me habláis en un lenguaje sin palabras
que solo yo comprendo.

¡Callad, calmaos,
aminorad vuestra sed
de existencia!
No soy Edith
y voy a talar todos los árboles del cielo
cuando apenas queden caminos en la tierra
que cavar con mis manos.

Seguid a flote, nadad sobre las hojas amarillas
del tiempo y el espacio.
Prometo
no girar mi cuello al sur;
prometo
no convertir mi corazón en sal
hasta la próxima melancolía.
























martes, 16 de diciembre de 2014

Gen




Todavía no ha muerto
Todavía sus pájaros pían bajo las escamas
se adhieren a la espina cordal
dicen "Espejo" y atan su mano diestra al genoma
del llanto
Y sus ramas blanden una flor de sangre
que pugna por anclarse a la luz
Todavía es un hígado febril
que supura una huella de tumbas
vivas sobre el blanco
Un hilo que nos cose a su carne
de lumbre
y nos consume
como una sola sombra gemelar
Como lágrima única.


lunes, 8 de diciembre de 2014

Aguja de luz



¡Qué sordera

 la de los ojos!
cuando escuchan clarear la piel tersa
del agua
e ignoran el quejido de su voz bacteriana
sus criaturas de lumbre
el peso de su pecio de olvidos

Los oídos
¡qué ciegos
al llanto de las piedras!
Por eso he venido a voltearme la mirada
Por eso me alimenta
este buceo en las entrañas del grito
esta fatiga de víbora
castrada por su lengua famélica
que rebusca en contenedores de humo
los restos fósiles de un pájaro engullido
por la noche arterial

Vengo a encontrar una aguja de luz
entre los humedales del olvido
algo que me cosa a su gracia
en la hora
en que todos los relojes liberen al averno
las manecillas del rencor
y crezca bajo los avisperos
una palabra blanca para ser pronunciada
a pleno pulmón
en la raíz de la pureza.























jueves, 4 de diciembre de 2014

Enjaular una sombra


Mujer, no lluevas tanto,
no escarbes bajo la ternura
con un guante de piedra.
El día aún
conserva el apellido del sol.
No pretendas
enjaular una sombra,
alimentarla de amarillo
hasta que su canto palidezca
y su apolillado corazón
inicie un vuelo caducado.

-No soy yo,
son mis genes de árbol
enraizando al Origen-

No vuelvas a sembrarte
uñas de adolescencia.
Tienes edad de tierra
en la mirada.
Una losa en los gestos.
No dejes que tu alma atraviese tu lengua,
que otros ojos mastiquen sus entrañas.
¡Despierta!

-No puedo,
el viento arrastra mi cordura hacia el río.
La despeino con mis manos azules
y dejo que los peces devoren sus espinas
de seda y humo
y salten por las ventanas
del tiempo y el espacio,
y trepen por mis lágrimas,
y sueñen
con enjaular el vuelo
de esta sombra que sueña-.













lunes, 1 de diciembre de 2014

Camaleón




Toma prestado el color al silencio,
hazte con él un ovillo
y escóndete
de la desnudez de las palabras,
de su insultante transparencia.
Hay ruinas que nunca se pronuncian
verbos con caries en las raíces
del exilio y adjetivos podridos
desde su gestación.

La tarde se siente hormiga, sabe que
lentamente le serán arrancadas las patitas
de su voluntad,
que lentamente se hundirá en el fango 

de la memoria
y todo intento por salir de su grito
será inútil.
Ahora es agridulce el olvido, amarguea, 
sacude su mantra de hielo,
desea prostituirse en los burdeles
de la luz,
y se desangra
mientras
tú vas oscureciéndote
y el bosque enturbia sus laberintos verdes
en el corazón de mis neuronas,
donde anteayer era verano
y no podíamos sospechar
que ya no se regresa
de los pantanos de la decepción.