sábado, 25 de junio de 2016

El día en que Emelit se quebró



El día en que Emelit se quebró
yo estaba sentada frente a él,
bebían mis labios la noche de su boca,
mientras a plena luz
abortaban los pájaros.

Él, desconociéndose paloma,
me hizo un nido en su vientre,
y yo esparcí entre mis lágrimas
los añicos
de la luz desmembrada.

El día en que Emelit se quebró
subí al tren del abismo,
escupí mi lengua radical
en un andén de olvidos
y exorcicé el veneno que el silencio
posó sobre la copa 
de mis labios.

Emelit fue mi país, mi religión,
la candente patria de mis dedos.
La carcoma devora sus últimos
latidos.

Hoy mis cenizas se alojan en la patria
de sus ojos,
sobre su térreo e incombustible corazón.

sábado, 11 de junio de 2016

Los gatos del averno



Lamento destejerte unos cuantos inviernos
despojarte de tu pose más ampa
quiero verte verdeando jardines inconclusos
con pájaros de fiebre en la garganta

"Qué somos
 sino pálpito" -decías- 
"sangre estelar
volando
a lomos de un caballo abisal"

Los lunes eran nectar de sábados deshechos
en la boca
Una miel improbable empapaba las hojas espurias
del futuro

Yo creía

Soñaba...

y los gatos del averno me miraban
con las uñas en celo

Hasta que un día voraz se tragó veinte noches
y luego fue noviembre diez eternos
silencios
y yo reconocí tu acento en los taimados cuchillos
del desprecio
y los gatos afilaron en el ayer
sus almas
quebradizas

Lamento lloverte así con cuerpo de aguacero,
con la ferocidad de un golpe
dado con la conciencia
pero hoy están gritando muy hondo en mi garganta
aquellas mariposas
que nunca digerimos.