lunes, 27 de marzo de 2017

Yo Acuso



No doy tregua.
Yo Acuso.
Soy quien husmea en su aura
de sombras.
Ven.
Sigue la flecha de mi gesto, afila
el hacha de tu lengua
en sus vísceras.
¿Qué es la verdad,
al fin y al cabo?
La verdad es una mueca 
del cielo, un espejo 
viciado.
Y ya hemos devorado suficientes
derrotas.
Llevo a la serpiente enroscada
en el hígado;
un dolor como a bilis nevada
en la sangre
del miedo.
Y tú me preguntas
¿para qué tanto incendio?
¿para qué tanta escarcha?

Simplemente
la muerte de la luz me alimenta.
Crezco
si vomito silencios
de acero.
Puedo hundir una flota
afilando mi odio.

Simplemente,
me hago fuerte ulcerando
la duda.
Simplemente,
 Yo Acuso.

sábado, 18 de marzo de 2017

Whatsapp?


Entren, señores, entren,
vendo palabras, sí, palabras:
edulcoradas, atrevidas, incendiarias,
vertiginosas, delirantes;
píldoras verdes contra la soledad
aquí,
a un breve golpe de timón
de sus dedos.

Cuelguen a la entrada
toda Identidad, vacíen los bolsillos
de sus neuronas y
relájense. 

Vendo palabras: blandas, simples,
ácidas,
aliñadas con imágenes,
solitarias como islas;
casi todas
frugales, casi todas 
desleídas en el vaso 
del tedio 
de un domingo cualquiera.

Palabras
para  todos los abandonos,
para casi todos las muertes.


No se preocupen, son inocuas:
les cortamos las alas,
las vacunamos contra la rebeldía.
Ustedes solo deben elegir
qué temor achicar,
de qué silencio huir,
qué verdad enterrar.

Pasen y vean, señores,
envíen y reenvien auroras
boreales, bits, bytes, megabytes,
deslices,
gigas,
humo.

Diviértanse, 
imaginen, 
olviden 
y, sobre todo,
no dejen de reír.

Jueguen a disgregarse
en su loca ingravidez.

Pasen y vean...






martes, 14 de marzo de 2017

Silencio



Juego a lamerte el alma,
a revelar la espina dorsal
de tu verdad,
y te acaricio
con preguntas anémicas;
temo tu adusta voz,
el acero cruento
de tus uñas clavándose
sobre el magma de alguna herida
abierta.

Desnúdate
para mí
esta noche:
te vestirán mis labios
con el altivo traje
de un poema.

Ah, pero tú sabes que me miento
al pensarte;
arde un latido oscuro en ti que apellida
una muerte prematura.
La bilis de tu aura enmudece
a menudo
mis manos,
que excavan, sin saberlo, un túnel
sembrado de serpientes.

Juega conmigo,
Silencio:
háblame en un lenguaje
indescifrable.

Demuestra al mundo
la banalidad de las palabras.